El tratamiento del prurito, no es tan sencillo como pensabas.

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El prurito (picor o comezón) es definido como una sensación no placentera acompañada al deseo de rascado. A pesar de parecer un dato clínico simple aún no se conoce si el prurito es un tipo de dolor (con intensidad leve) o si es una clase específica de modalidad sensorial. Hoy sabemos que existe una población de terminaciones nerviosas libres en la piel que provocan selectivamente la sensación de comezón. Por otra parte, también conocemos que el dolor y el prurito comparten muchos mecanismos fisiopatológicos tanto a nivel periférico como a nivel del sistema nervioso central; receptores como los TRP (Transient Receptor Potential) y mediadores como el NGF (Nerve Growth Factor), sustancia P, histamina, etc. juegan un papel central en la generación y mantenimiento de ambos tipos de sensaciones.
El prurito es una sensación en extremo incómoda y no sólo es el síntoma más frecuente de la patología dermatológica sino que se presenta de forma generalizada en distintos trastornos sistémicos, entre ellos el prurito asociado a colestasis y el prurito urémico. A pesar de ser un síntoma común (e incómodo) muchos de los tratamientos actuales son ineficaces o se recetan sin una adecuada evidencia científica de su utilidad.
Una revisión sobre la eficacia de distintos fármacos en el tratamiento del prurito fue publicada este mes en la revista European Journal of Pain. La primera conclusión a la que llegaron los autores es que existen pocos estudios que evalúen de forma adecuada y sistemática el uso de medicamentos contra el prurito; de más de 600 estudios que revisaron sólo 26 cumplieron con los criterios de inclusión. Entre los datos reportados más importantes podemos encontrar:

  • La naltrexona (un antagonista de opioides) es útil para el tratamiento del prurito causado por colestasis, hemodiálisis crónica y dermatitis atópica. Por otra parte, el nalfurafine (un agonista opioide de receptores kappa) es recomendado para el tratamiento del prurito por uremia.
  • La gabapentina (un antiepiléptico y analgésico) es moderadamente eficaz en el tratamiento del prurito por uremia, sin embargo no del prurito por colestasis.
  • El ácido ursodesoxicólico (sustancia que produce normalmente el hígado) fue eficaz en distintos estudios para el tratamiento del prurito por colestasis del embarazo.
  • Otros fármacos que provocaron una disminución (pequeña) fueron la sertralina (un antidepresivo), el montelukast (un antagonista de leucotrienos) y la rifampicina (un antibiótico). Los autores recomiendan que para todos estos fármacos se realicen estudios con más pacientes para probar su eficacia antipruriginosa.

De este estudio podemos observar que la farmacoterapia contra el prurito no es tan simple como se podría pensar en primera instancia; múltiples moléculas, células y mecanismos participan en un adecuado tratamiento. Nótese también la ausencia de antihistamínicos, pues a pesar de ser los medicamentos más utilizados, es dudosa su eficacia en el prurito no derivado de la liberación de histamina.
Alfredo Manzano.
Sinapsis MX
Bibliografía:
Pongcharoen P, Fleischer AB Jr. An evidence-based review of systemic treatments for itch. Eur J Pain. 2015 Sep 28. doi: 10.1002/ejp.766.
Un excelente artículo de revisión gratuito en: The neurology of itch

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